Fines de..

Semana, días, minutos y segundos que de seguro poco recordaremos al paso de los años, pero sin lugar a dudas, de lo que logremos recordar serán momentos únicos, con sabor a gloria, exquisitos en su ambiente y con más de una característica y secreto que nos llevaremos a la tumba, con miradas que hasta ahora mantenemos en secreto y con un montón de palabras que quizás no pudimos decir a algunas personas o por el contrario, que dijimos de sobra, es fin de año, y las almas se vuelven más felices, están más radiantes y se regocijan bajo el Sol, se humedecen en las playas por horas, luego de estar tan secas y ásperas tras el trasnoche de domingo a domingo, y ya el café pasó a ser la bebida nuevamente de los viejos, ahora volvemos al agua para capear el calor desbordante del norte y no tan sofocante del sur, disponemos de tiempos libres para tirarnos en el pasto sin pensar en que estamos pensando, dormir, soñar, imaginar, crear y pintar a la hora que las manos y los ojos pidan, no hay condiciones cuando hay un fin de algo, las cosas sólo pasan, sólo suceden, y no nos queda otra que quererlas tal cual se van dando, es por eso que a todos se nos prende la alerta de felicidad y de libertad con los fines de ciclo, nuevo año, no nueva vida, quizás nuevas personas y desafíos, pero sin duda, que el corazón palpitante que escribe ahora siempre sea el mismo, y que la memoria itálica que recuerda palabra a palabra tus frases no cambie ni evolucione jamás, porque hay que decirlo, estoy cómoda hasta el punto en que permito que el de al lado pueda querer un poco de mi resort imaginaria al caminar, ahora todo se trata de disfrutar, de conocer nuevos rincones y de seguir besando las mismas ganas que traigo desde el verano pasado, esas ricas y picaronas que me llevan a sentir un cosquilleo con el viento suave de la costa del pacífico, sin mucho más que decir, chaopescao.

pd: deja de espiarme.